BUSCANDO UN ESTADO DE FORMA QUE NO APARECE POR NINGUNA PARTE... DESPUES DE UN PUNTO Y SEGUIDO...

lunes, 30 de septiembre de 2013

IV 102 KM MADRID SEGOVIA 2013, LA CRÓNICA DE UN RETO, UNA ILUSIÓN, UNA AMBICIÓN Y UN SUFRIMIENTO...

Esta será la crónica más complicada que escriba, porque intentar explicar con palabras los sentimientos, sensaciones y pensamientos que ocurrieron durante esta carrera de casi 18 horas, será muy muy difícil. Además no será una crónica Hostil, sino muy HUMILDE, ya que todo el mundo que estaba en la salida el día 21 de septiembre a las 8:30, simplemente por plantearse esta carrera, simplemente por atreverse, simplemente por intentar acabarla, lo consiguieran o no..., se merecen un gran RESPETO con mayúsculas.



PRÓLOGO

Comenzaré por el principio, que no es otro que la noche anterior a la carrera, en la que sorprendentemente dormí de un tirón, estando tranquilo porque sabía que estaba preparado para ello, pero lo que no sabía en aquella tranquila noche, era todo lo que iba a que tener que SUFRIR para conseguir mi sueño, "entrar de la mano de mi hijo Carlos por el arco de meta situado en Segovia y como testigo mudo el acueducto de fondo...",  un escalofrío recorre mi cuerpo, se me hace un nudo en la garganta y se me ponen los pelos de pelos de punta (los de la cabeza está claro que no), cada vez que recuerdo todavía esto.

A las 5:30 suena el despertador me levanto contento por haber dormido bien e intento no despertar a mi mujer saliendo de la habitación con cuidado, cuando esta me llama, me da un beso, me desea suerte y se da media vuelta y sigue durmiendo, que descanse bien ya que también a ella la espera un día muy duro para poder animar y apoyar a esta loco marido con el que se casó.

Me visto para la gran ocasión y mientras desayuno oigo un coche que para al lado de mi casa, Era Jorge Ruano (Ru) que ya había llegado para llevarme hasta la salida, cargamos las mochilas y partimos a las 6:00 para Plaza Castilla.



Llegamos pronto y parecía que allí no iba haber ninguna carrera, exceptuando algún loco que se veía de vez en cuando en pantalones cortos y cargado de mochilas. Deambulamos un poco por la zona sin rumbo fijo hasta que a lo lejos divisé un grupo de Nubes azules y amarillas, no podían ser otros que los Atletas del Villanueva de la Torre (en aquel momento nunca imaginé que serían mis salvadores durante la carrera).



Me acerqué hasta ellos, saludos y bromas y no fuimos a tomar un café todos y en donde nos encontraríamos con Javi Nuñez, y que siempre y desde su humildad, nos daría algún consejo de última hora. Ru me preguntó desde su desconocimiento quien era ese chico y cuando le respondí que era el que iba a quedar entre los 12 o 15 primeros se sorprendió, aunque me equivoqué, ya que logró terminar la carrera en el puesto numero 8, felicidades Javi.

Dejamos las mochilas y animé a Ru a que quedara  a ver la salida aunque tenía cosas que hacer y mientras tanto, más caras conocidas, Jorge Caminero con el cual y con su amigo José, compartiría los 27 primeros kilómetros de esta carrera.



Y además dos Velociraptores que participarían como marchadores, Pilar que quedó la primera fémina y Frascisco Torvisco logrando un cuarto puesto, más tarde el destino nos haría coincidir en el polideportivo de Segovia.




Me colocaría en la salida sobre los 300 primeros y con la adrenalina a tope, que nervios!!!! y que ganas!!!!

Minuto de silencio por una persona que hoy habría tenido que estar en la salida pero no fue así, música a tope, cuenta atrás y salimos…

CAPÍTULO I, EL COMIENZO
TRAMO PLAZA CASTILLA-TRES CANTOS KM 16 (1:34 PAR.)

Una salida lentísima y según voy buscando mi sitio, me encuentro muy cerca de salida a Ru el cual inmortaliza el momento.



Un poco más adelante me encontraría con Jorge Caminero y su amigo Forti y decidí compartir unos kilómetros con ellos mientras nos alejábamos de Madrid.




Me dijeron que como no habían casi preparado la carrera este año irían despacio, joder despacio, terminaron en menos de 14 horas, yo el año que viene tampoco pienso prepararla…

Mientras tanto y saludándome nos adelantó como un cohete Manuel Verdeal (un nuevo fichaje del Villanueva con el cual compartí un entreno) diciéndome que iba a por todas hasta donde le aguantaran las fuerzas y reventara, y claro que reventó, pero el cronómetro, terminando la carrera en menos de 12 horas.  

Aquello parecía un entreno más, charlando entre amigo, trotando a ritmo cómodo y andando en las subidas como hacían el resto de mortales, el cielo nublado, la temperatura estupenda, haciéndonos fotos, recibiendo y escribiendo wasap, se puede pedir más…?





Sobre las 9:00 recibo el primer wasap de mi mujer diciéndome que ya estaban en el control de Tres Cantos, cosa que me alegró mucho y que comenté con mis compañeros de viaje. 

El que mi mujer quisiera compartir conmigo esta locura de carrera, animándome en todos sitios posibles, para mi era muy importante y una razón más de seguir adelante, el ir pudiendo ver a mi Hijo Carlos, a mi Mujer Carol y a mi suegro Fernando, el cual acompañó a mi familia y se estudió a conciencia el recorrido para verme y animarme en el mayor número puntos y sitios posibles.

Aunque era el tramo más largo de toda la prueba los kilómetros pasaron volando, caminos, pistas, alguna senda y para finalizar un tramo por un carril bici, cosa que algunos ciclistas no les hizo demasiada gracia, el que les invadiéramos su territorio.

Hay que cruzar por un puente la M607 para llagar al punto de control que está al otro lado,  pero antes de hacerlo ya veo a mi familia al otro lado, subidón.





Besos, abrazos, que tal vas, me recargué las pilas con su presencia, además de agua, isotónica, coca cola, fruta, sellado de la cartilla y creo que me tome un gel y una barrita también en ese tramo, que salió un poco más rápido de lo previsto.


CAPÍTULO II, EL DISFRUTE
TRAMO TRES CANTOS-COLMENAR VIEJO KM 27 (1:13 PAR.) 2:47 TOT.

Volvemos a cruzar de nuevo el puente y seguimos un rato más por el carril bici hasta que lo abandonamos por un camino que picaba en negativo y donde nos dejamos caer, disfrutando mucho de ello.



Pero todo lo bueno se acaba,  ya que la entrada a Colmenar la realizamos por el camino del cementerio, donde hay una cuesta arriba de unos 3 kilómetros...




...además este tramo lo hicimos también con el día nublado, pero la pinta que tenía era de que en breve se despejaría el cielo y un sol de justicia nos freiría vivos, cosa que ocurrió nada más comenzar el siguiente tramo.

Llegamos hasta el Polideportivo entre los aplausos y ánimos de la gente y donde Carlos me estaba esperando para hacer la entrada al mismo, de mi mano.



Alfombrillas para los datos del chip, sellado de la cartilla, tomo otra vez de todo, fruta, agua, isotónica, coca cola, recargo la mochila de agua y preparo bidones con isotónica, además como este control es un punto de mochilas…


…desde la salida nos trajeron una mochila a este control, otra a Cercecilla y otra a Segovia,  previamente preparadas, aproveché para cambiarme de ropa ya que iba completamente empapado, porque aunque estaba nublo hacía mucho calor, mientras tanto Jorge y Jose se marchan diciendo “tu que vas más rápido que nosotros luego nos alcanzas…” (ya no les volví a ver en toda la prueba), vaselina en los pies y demás sitios de rigor, cambio completo por ropa seca y como ya clareaba el sol me puse mi gorra, tuneada para tal ocasión…


Me despido de mi familia con un beso y tras un balance positivo de lo ocurrido hasta este punto, me marcho en solitario a encarar el siguiente tramo, entre unas cosas y otras la parada sería de unos 15 minutos o poco más, aunque todavía iba por debajo de plan establecido.

CAPÍTULO III, LOS FANTASMAS DEL PASADO
TRAMO COLMENAR VIEJO-PUENTE MEDIEVAL KM 34 (1:02 PAR.) 3:49 TOT.

Tras atravesar varias rotondas vuelvo a ver las flechas amarillas de indicación del Camino de Santiago las cuales me llevan a un camino blanco, ancho y arenoso en el cual y cuando no es cuesta arriba se puede correr bien, voy tranquilo y no llego a formar grupo con nadie, es un  tramo corto y al final termina en una bajada rocosa antes de llegar a la bajada del puente, en el que al cambiar la zancada para adaptarla al terreno, la sombra del fantasma de la maratón de Valencia, aparece de nuevo, se me quisieron subir los isquios en dos ocasiones, aunque no llegaron ha hacerlo del todo y no hizo falta estirar, pero ya me dieron un primer aviso de lo que se sería mi continuo penar. Bajo el puente y a la sombra vuelvo a ver a mi familia, sellado repostaje, besos, fotos y demás





CAPÍTULO IV, SE CONFIRMAN LOS PROBLEMAS MUSCULARES
TRAMO PUENTE MEDIEVAL-MANZANARES KM 42 (1:09 PAR.) 4:58 TOT.

Salida desde el puente medieval
Me voy con la mosca detrás de la oreja y tras formar grupo con dos personas al final las tengo que dejar ir ya que empiezan los calambres y cada vez son más frecuentes, antes de llegar a manzanares y con la imagen de su embalse de fondo…

Manzanares el Real de fondo



…hay un pequeño tramo de campo a través con piedra suelta y claro, cuando vas a cambiar a la zancada para bajar una roca y se te suben los isquios dejándote la pierna como si fuera de madera, la caída es inevitable aunque por fortuna sin importancia, además tengo que pararme en varias ocasiones a estirar los gemelos que se me empiezan ya a subir con demasiada frecuencia.

Mi mujer me envía una foto de lo que me esperaba en ese control para animarme.


Algunas curiosidades de este tramo...




El trafico de wasap con mi familia, compañeros de club y del trabajo es altísimo en todos los tramos de la carrera, me sentí muy arropado


Ya en el punto de control le digo a mi mujer que llevo las piernas mal y ella me anima diciéndome que ya llevo corrido el equivalente a un maratón, mientras tanto yo intentaba estirar a la vez que intentaba comer, ya que tenía y sentía de todo menos hambre, en esta ocasión mi hijo se encontraba durmiendo en el coche derrotado.



En este control no nos rellenan de agua los bidones, ni las mochilas y nos dicen que a unos 3 Km hay una fuente al lado de una ermita.

La carrera ya se esta cobrando las primeras víctimas, ya que veo a gente tirada por el suelo informándose de cómo volver a Madrid.


CAPÍTULO V, COMIENZA EL CALVARIO
TRAMO MANZANARES-MATAELPINO KM 50 (1:30 PAR.) 6:28 TOT.

Me dirijo hacia Mataelpino atravesando una calle empinada de Manzanares y que cuando empieza a llanear decido empezar a correr pero no lo consigo, tres zancadas y un latigazo en los gemelos, los cuales los estiro y en una pequeña bajada antes de coger nuevamente el camino, vuelvo a intentar trotar otra vez sin éxito y con un latigazo aún mayor, estiro, respiro profundamente, me paro un momento y con la mente fría me resigno y decido que iré a Mataelpino caminando.



Este tramo picaba suavemente hacía arriba con una subida continua aunque ligera y el camino estaba bastante bien, pero claro para los que fueran capaces de correr, eran sobre las 14:00 horas y el sol apretaba mucho, bebí un montón de agua pero en el Km 3 de ese tramo no había ninguna fuente, en el Km 4 tampoco y en el Km 5 tampoco, me empecé agobiar ya que iba prácticamente sin agua, pero un poco más adelante cuando pude ver la ermita y un grupo de gente que estaba fuera de camino, lo supe, allí estaba la fuente, bebí hasta hartarme, rellené la mochila y bidones hasta arriba, me refresqué, mojé la gorra y fue como si reviviera un poco, aunque solo era un espejismo.

Mi mujer me aviso vía wasap, que tuviera cuidado ya que había un cuestón antes de la entrada del pueblo y cuando ya estoy a mitad de camino de esta cuesta veo a mi suegro y mi hijo dirigiéndose hacia mí, entonces comencé a trotar despacito hacia ellos pero el gemelo izquierdo me pego un latigazo que me dejó allí inmóvil apoyado en un coche, estiré un poco allí mismo y cuando llegaron a mi altura les comenté lo sucedido y que no se preocuparan.


Llegué a este control con 30 minutos por encima del tiempo previsto, pero en esos momento lo del tiempo era lo que menos importaba, ya que era la mitad de la carrera y estaba tocado aunque de momento no hundido, todavía me quedaban cañonazos por recibir y vaya si los recibiría en el siguiente tramo.

Pase por la alfombrilla del chip de la mano de Carlos para que se quedara grabado mi paso por aquel lugar.

Mientras sujetaba la pared del ayuntamiento para que no se cayera, mi mujer me dio una alegría dentro de mi tristeza y era que estaban llegando al control de paso, los Villanos del equipo Nº2, Valencia, Úbeda, Edu y Rivilla, acompañados también de SuperBriones, me  preguntaron que como iba y les dije que las piernas era como si no fueran mías, me estaban atacando mis propios músculos, además Jose me comentó que el siguiente tramo era el más duro de la carrera, así que intentara recuperar todo lo que pudiera en esta parada. Mi mujer me propuso que porque no salía con ellos hacer el siguiente tramo, cosa que yo ya tenía clara desde el primer momento en el que les vi aparecer.

En este punto de control además de lo habitual que había en los demás, fruta, coca cola, isotónica, agua, también había, chocolate, frutos secos, carne membrillo y alguna cosa más, además de un maravillosa fuente que había en la plaza con un agua muy rica.

CAPÍTULO VI, LA PENITENCIA, ANGELES Y DEMONIOS
TRAMO MATAELPINO-NAVACERADA, LA BARRANCA KM 58 (2:08 PAR.) 8:36 TOT.

Salimos de Mataelpino a las 15:00 horas andando hasta coger un camino que poco más adelante se convertiría en una senda rompepiernas que discurría paralela a la carretera, en los primeros tramos fui capaz de seguir al  grupo, aunque dándome cuenta que esto me estaba costando demasiado y pudiendo trotar imagino que por el estiramiento de control anterior y la aplicación generosa de reflex de mi mujer.

Edu se iba quedando atrás del grupo y yo intentaba pegarme a él, pero no lo conseguía  y se me iba escapando, hasta que un latigazo múltiple en los dos gemelos, me dejaron clavado en la puñetera senda, viendo como mis amigos se alejaban sin yo poder nada y despertándome del sueño de haber cruzado la meta junto ellos.

En este tramo tuve que cumplir PENITENCIA por la osadía de atreverme a participar en esta carrera, y que no fue otra que Sufrir, Penar y Padecer como hasta ahora nunca lo había hecho, no teniendo siquiera el consuelo de poder ir andando, un calor abrasador, un terreno duro y una musculatura muy castigada a todos niveles, los gemelos e isquios con calambres parando continuamente a estirarlos y los cuádriceps duros como el acero y sin la posibilidad de estirarlos ya que al intentar estirarlos y doblar la pierna hacia atrás para ello, los isquios se me subían intentando esconderse debajo de los glúteos produciendo un dolor innecesario.

Después de la senda rompepiernas el camino se torno en una pista blanca, ancha y polvorienta y con una subida considerable.


Cuando te das cuenta que además de no poder ni correr ni trotar, ni siquiera eres capaz de andar 80-100 metros sin que se te suban los gemelos sufriendo por ello y teniendo que parar a estirarlos continuamente, cuando el dolor de tu gemelos te hace preocuparte seriamente por la integridad de los mismo, para no llegar a lesionarlos, cuando te das cuentas tú no tienes el control de tus piernas, sino que son ellas las que te tienen controlado a ti, es una situación muy difícil de afrontar y los malos pensamientos empiezan a rondar por tu cabeza y se intentan apoderar de ti para hundirte en la miseria.

Entonces es cuando el entrenamiento mental comienza tener su papel, ya que piensas que te quedan más de 40 Km para la meta y no eres capaz ni de andar 100 metros seguidos sin tener que sufrir y teniéndote que parar, piensas en que no vas a conseguirlo, piensas en tirar la toalla, que te ha vencido la carrera ti en lugar de lo contrario, que todo el duro entrenamiento, tiempo, ilusión y dinero que has invertido no van a servir para nada, llegas incluso a pensar que eres una MIERDA de corredor popular y que tu no pintas nada en esta carrera, ni en este lugar, piensas que vas defraudar a la gente que tanto ha confiado en ti y que tanto apoyo te está regalando kilómetro a kilómetro, entonces piensas que le vas a fallar a tu Hijo y tu sueño y el suyo de cruzar de la mano de meta en Segovia con el acueducto como testigo, está a punto de esfumarse, estas tan débil que no eres capaz ni de sujetar tus propias lágrimas en su sitio, hasta que de repente te enfadas, reaccionas y piensas ¡BASTA YA!, y consigues con mucho esfuerzo sacar tu HOSTILADAD del bolsillo derecho y proponerte el reto de llegar a Cercedilla como sea y una vez allí, decidir el siguiente paso.

En el Sufrimiento y en el Penar, de mi INFIERNO particular, me pareció ver a lo lejos algo anaranjado que venía flotando hacia mí, pensé que sería el mismo LUCIFER dándome la bienvenida a sus dominios y a su mundo de Dolor y Padecimiento, pero estaba equivocado, ya que era mi ángel de guarda, montado a lomos de su “mountan bike” que venía a socorrerme...

En realidad era un ciclista de la organización, que cuando me vio inmóvil con posición de flamenco, y parado en mitad del camino, tiró su bicicleta al suelo corrió hacia mí y después de preguntar lo que me ocurría, me ayudo a estirar los gemelos, me echó una pastilla de magnesio en mi bidón de agua y me dio ánimos, diciéndome que el punto de control se encontraba a escasos 800 metros, que en condiciones normales son algo ínfimo, pero que a mí se me hicieron una eternidad…


Sello la cartilla y bebí muchísimo, ya que aunque parezca raro, la bebida de este control estaba fresquísima, había unas colchonetas en el suelo y una mesa de picnic, en la cual perdí 10 minutos para estirar bien.


El ambiente en aquel control no me ayudó demasiado, ya que estaba lleno de cadáveres, pidiendo a gritos que les llevaran de vuelta a casa, que les daba igual el acueducto, la medalla y todo lo demás, sólo querían regresar a casa. Eso sí, la chica que repartía la bebida era la alegría en estado puro.

En este tramo me vi obligado a realizar más de 50 paradas, para poder seguir caminando y mantuve al tanto de todo a mi mujer para que no se preocupara de mi tardanza, hasta el siguiente punto donde nos veríamos, que sería la Fonda Real en el Km 61,5, además todo el mundo que me vio tan jodido en este tramo, se interesó por mí y me preguntaron que si me podían ayudar en algo, gracias compañeros. Una persona me dijo que en el mundo del “ultrafondo” tus rivales son tus mejores amigos, y que razón llevaba.


CAPÍTULO VII, LA RESURRECCIÓN
TRAMO LA BARRANCA-CERCEDILLA KM64 (1:36PAR.) 10:12 TOT.

Salgo camino de Cercedilla y tras llevar un rato caminando sin problemas, no se si por el estiramiento, no se si por el magnesio, o por la combinación de los dos, o por ninguna de la dos cosas…, el caso es que probé ingenuamente a trotar, cosa que no les gustó a mis gemelos reaccionando con un nuevo latigazo y dejándome clavado en el arcén de la carretera, aunque con unas bonitas vistas.


Si hay cosa que tengo clara es que no pienso volver a intentar correr hasta que llegue a Cercedilla, después de caminar como un kilómetro sin problemas, me siento contento y afortunado ( a estas alturas de carrera con cualquier pequeña cosa positiva me conformo)

Recibo la llamada de mi mujer para informarme que Valencia y su equipo han pasado a las 17:00 por la Fonda Real y que cuando calculo que llegaré yo por allí, la respondo que me quedará algo más de media hora y la informo que puedo caminar sin problemas, todo una proeza a esas alturas de carrera después de penar lo que he penado sin poder hacerlo.

Abandonamos la carretera y entramos en un pinar  que me recordaba mucho a la cuesta los palillos del Pico el Águila, y en el cual en una ocasión tuvimos que esquivar a las vacas que estaban en medio del  camino, ya lo que me faltaba por ver…

Justo antes de cruzar la carretera nos equivocamos un compañero y yo que íbamos charlando, ya que seguimos el camino sin darnos cuenta que había que haber ido campo a través, pero unos gritos de otros compañeros nos informan de nuestra equivocación y regresamos al recorrido correcto.

Cruzo la carretera y allí estaba de nuevo, mi infatigable mujer y mi maravilloso hijo, me paro un poco a charlar con ellos y continúo andando hacia Cercedilla, no sin antes pedirles que me compraran más reflex y algún tipo de crema para poder darme un masaje luego en Cercedilla. Me sentí un poco frustrado ya que el tramo con una suave bajada y muy buen terreno era muy corrible, para quien tuviera piernas claro está.

Cercedilla de fondo lo voy a conseguir
El entrar por las puertas del polideportivo de Cercedilla, fue como cruzar las puertas del propio cielo, lleno de Ángeles y de personas bondadosas y humildes dispuestas ayudar en todo lo posible y aún más si cabe.



 Sabía que mi familia no se encontraba aún allí, pues estaban en busca de lo que les pedí que me compraran, pero allí se encontraban Nati (mujer de Valencia) y Marga y Laura (mujer e hija de Manuel Briones) y que no me dejaron sentirme solo en ningún momento, haciéndome sentir por momentos como si de su familia se tratase o por lo menos de gran  familia Villana, nada más verme me pidieron que fuera allí con ellas, y tras sellar la cartilla, registrar el chip y recoger la mochila y la paella así lo hice.


En todo momento estuvieron pendientes y atentas conmigo, para que no me faltara de nada, me colmaron de atenciones, me rellenaron los bidones, me servían bebida a medida que la iba gastando, hasta llegar al punto que me prepararon un montado de panceta.


Mientras esto ocurría una alegría más, llegó mi familia que se unió a nuestra armonía, y mientras animado por mi mujer y de forma imprevista me fui dentro del polideportivo para darme una ducha reparadora, ella se encargó de prepararme la mochila con el material obligatorio que hacía falta para subir la Fuenfría.

Cuando regresé de mi ducha, otra alegría más me estaba esperando, el equipo Nº1 del Villanueva de la Torre, formado por Miguel Agudo, Tomás Bayón, Javi Amores y Guille Rodríguez, habían llegado a Cercedilla y estaban disfrutando de su paella.


Mientras estos se fueron a duchar y cambiar de ropa mi mujer me dio un masaje y aunque  no se atrevía a pedirme con palabras que abandonara la carrera, pues sabía todo el tiempo, sacrificio e ilusión que había puesto en ella,  sus ojos y sus gestos me lo estaban pidiendo en silencio, me miraba con pena, tristeza y dolor, ya que veía que estaba hecho polvo, dolorido y que el simple hecho de caminar o subir o bajar un pequeño escalón para mí era un reto y un sufrimiento…, me sentí yo mal al ver lo mal que lo estaba pasando ella por mi culpa.



La parada fue de algo de más de una hora y entre el descanso, la paella, la panceta, la ducha, el reflex, el ibuprofeno, el cambio de ropa y el masaje, me recuperaron lo suficiente como para plantearme seriamente el terminar la carrera, eran 37 kilómetros y sabía que algún momento me tocaría de nuevo penar más de lo necesario, pero el hecho de no hacerlo solo, ya que lo haría con el equipo Villano Nº1 me dio mucha confianza y a mi mujer la supuso un gran tranquilidad el que afrontáramos esta última parte de carrera los cinco juntos. 

Estando comiendo la paella recibí la llamada de Ladrón de Guevara (Josmi) cosa que me alegro un montón, ya que me dijo que lo haría y así fue.

CAPÍTULO VIII, MI SALVACIÓN ES DE COLOR AZUL Y AMARILLO
TRAMO CERCEDILLA-CALZADA ROMANA KM 71 (1:31 PAR.) 12:45 TOT.

Cuando les comenté a mis compañeros de viaje que tenía las piernas hechas polvo, le faltó tiempo a Miguel para cederme uno de sus bastones diciéndome que me ayudaría bastante a subir, como para bajar, cosa que le agradecí.

Atravesando Cercedilla un ciudadano nos preguntó qué carrera era esta y a dónde íbamos, cuando le dijimos que a Segovia se quedó impactado, pero cuando le dijimos que veníamos desde Plaza Castilla se echó las manos a la cabeza, pensando que estabamos  locos y razón tampoco le faltaba.

Subiendo hacia las dehesas mi mujer nos adelantó con el coche en varias ocasiones para darnos ánimos y hacer alguna foto.   


Al poco rato de salir de Cercedilla nos cogió la noche y fue necesario encender los frontales, el buen ambiente reinaba en el grupo y me encontré bien integrado desde el principio, a pesar de no conocer personalmente a ningún miembro del grupo anteriormente, muchos coche que bajaban de las dehesas nos pitaron y animaron mientras subíamos y subíamos.



Eran 7 kilómetros los que nos separaban del control de la Calzada Romana y entre cánticos, gominolas y conversaciones pasaron volando y eso que este tramo era el más duro de los dos de subida hasta coronar la Fuenfría.

Al llegar al control me pongo la camiseta de manga larga, sellamos, repostamos y nos vamos a por al siguiente tramo, no sin antes echarme reflex generosamente, al igual que el resto de tramos estuve sin parar de recibir y contestar wasap.


CAPÍTULO IX, EL RESPLANDOR
TRAMO CALZADA ROMANA-ALTO DE LA FUENFRÍA KM 79 (1:31 PAR) 14:16 TOT.

Después de subir un poco y coger algunas curvas, ya puede verse el resplandor de las farolas, cosa nos hace más amena la subida, incluso en algunos tramos llanos nos atrevemos a correr ante el asombro de los poco participantes que nos cruzaríamos en los dos tramos de subida.

Como a la mitad del tramo Miguel decide hacernos una foto.


Me llegaron a preguntar “Peñu, a ti no te dolían mucho las piernas” y claro que me dolían, pero por no perder su estela intentaba correr a su ritmo, no quería ser un lastre para ellos y mucho menos perderles como me ocurrió con el otro equipos de Villanos al que pertenecía José Valencia.

En una ocasión las vacas estaban tumbadas ocupando todo el camino y hubo que sortearlas como se pudo, además los cánticos y cancioncillas ayudaban bastante a hacer más amena la dura subida “volando voy…”.



Voy sin cobertura y el móvil me ha dicho dos veces batería baja, mal presentimiento, encuentro cobertura y llamo por si acaso a mi mujer para decirla que nos falta como medía hora para coronar y ella me pregunta que si se sobre que hora llegaría Jose a la meta, ya que Carlos quiere dormirse un rato pero antes quiere ver como llega a meta su profe de atletismo, le admira un montón, y lo único que la pude decir que entre las 23:00 y las 0:30 era lo que suponía yo, no pude afinar más.

Serían sobre las 22:45 y a  lo lejos vemos un montón de luces y pensamos que en lo alto de la Fuenfría habían montado una discoteca y pensábamos ya incluso el pedirnos unas “cerves”, pero nos equivocamos, ya que se trataba del control de paso con numerosas personas paradas allí con sus luces encendidas, sellamos la cartilla, le hago una foto al cartel informativo y se muere del todo el móvil, pobrecillo, menudo día que lleva de trabajo el también.


Aquí la cosa cambia ya que además del avituallamiento frió como el resto de los controles, aquí también hay cosas calientes, y como vas ya casi sin sentido todo te cae bien, me tome agua, isotónica, un gel, un vaso de leche, dos magdalenas y hasta dos vasos de caldo que me devolvieron parte de la vida que me faltaba, a esas horas y después de 79 kilómetros todo sienta bien., además Tomás compartió con todos un poco de “poción mágica” que llevaba en una botella. Yo también me apliqué spray mágico en las piernas, como preparación para la bajada. 

La temperatura era muy buena no se 14 o 16 grados y la verdad que casi molestaba la manga larga.

CAPÍTULO X, EL LOCO DESCENSO
TRAMO ALTO DE LA FUENFRÍA-CRUZ GALLEGAKM 90 (1:48 PAR) 16:04 TOT

Con los cuádriceps de madera al igual que Pinocho, la bajada se preveía muy dura, pero al final digamos que fue soportable, había leído que tenía mucha piedra suelta y era difícil y peligroso correr, pero no fue así y no podía dar crédito a lo estaba pasando, el Garmin se había vuelto loco o los locos éramos nosotros, ya que bajamos 4 kilómetros del tirón a ritmos entre 5:20 y 5:40,  ante el asombro de los corredores que adelantamos, Tomás se propuso llenar un saco de “Testas Rebanadas” y vaya si lo consiguió.

La bajada no era continua ya que también tenía tramos de subida en los que aprovechábamos para andar, yo en alguna ocasión estuve deseando de que apareciera una subida de estas, para poder andar un rato, Guille iba sufriendo como yo y poco a poco nos rezagábamos del grupo, hasta que estos nos recuperaban, fuimos los que peor lo pasamos, aunque hicimos buena piña juntos.

Este huera sido otro tramo muy corrible para llegar con las piernas un poco más frescas y cada vez que arrancábamos a correr más costaba después de cada parada, pero el hecho de no parar de adelantar a corredores y no parar de rebanar yo creo que nos animaba un poco nuestro largo penar.

Sobre el kilometro 87 llamaría José a Tomás para decir que ya habían terminado y encima quedando segundos por equipos, además de los tiempazos de Verdeal y Briones, también preguntó que si yo aún me encontraba con ellos, ya que mi mujer que se encontraba con él, estaba preocupada al no poder contactar conmigo, cosa que al saberlo la tranquilizó además de decirla una hora aproximada sobre la que llegaríamos.

Como a un kilómetro del control unos ciclistas de la organización nos animaron y nos dijeron que ya casi lo teníamos a tiro de piedra. Sellamos la hoja, fruta, otro caldito, isotónica, agua, nos rellenan un poco los bidones y camino a Segovia sin más demoras.

CAPÍTULO XI, LA RECOMPENSA
TRAMO CRUZ GALLEGA-SEGOVIA KM 102 (1:53 PAR.) 17:57 TOTAL

La primera parte de la bajada era campo a través y tuvimos que hacer como las cabras montesas e ir saltando entre piedras y baches, pero pasado este tramo el camino mejoro mucho, tanto que Guille y yo nos seguíamos quedando rezagados del grupo, ya que volvían a ser zonas muy corribles, pero ya a las piernas les apetecía poco correr, cruzamos una carretera, una vía del tren por un puente (no se qué fue primero de los dos…) y poco a poco nos íbamos acercando hacia la luz de Segovia.

Nada más pisar el pisar el asfalto y estar bajo las primeras farolas, guardamos los frontales y nos dirigimos impacientes hacia nuestro destino, una rotonda, luego otra, otra más, después otra, esto se hizo interminable, aquí las rotondas las tienen que regalar…

No lo recuerdo bien pero alguien de repente gritó “MIRAD EL ACUEDUCTO…”



....en aquel mismo instante te recuperas de todos tus males y dolencias, un nudo se te hace en la garganta e intentas contener tus emociones, a la vez que buscas a ambos lados de la calle en donde está tu familia, y allí están como siempre, esperándote después de un duro y largo día, aprietas fuertemente los dientes, mientras escuchas a tu mujer decir a tu hijo, “corre Carlos a darle la mano a papa”, entonces coges a tu hijo fuertemente de la mano, mientras miras su cara de ilusión y contienes las lágrimas, viendo y viviendo como tu sueño está a breves metros de cumplirse, cruzas el arco de meta con el acueducto de fondo de la mano de tu hijo y sacas fuerzas no sabes de dónde,  para dar un gran salto levantando la mano y pensando en voz alta LO CONSUEGUI…


Las emociones, los pensamientos, las sensaciones y los sentimientos a flor de piel que suceden al cruzar un arco de meta de la mano de tu hijo después de recorrer 102 kilómetros en poco menos de 18 horas, no hay palabras para poder describirlo como se merece aunque lo he intentado, eso hay que vivirlo para comprenderlo y  ver el que fruto de tu esfuerzo de últimos dos meses y el sufrimiento padecido de las últimas 18 horas, han tenido su merecida RECOMPENSA.


Felicitas a tus compañeros, coges a tu hijo en brazos, te ponen la medalla, casi te olvidas de besar a tu mujer de la emoción, disfrutas tanto del momento que no te acuerdas de parar el garmin hasta varios minutos después de tu llegada, el tiempo ya no tenía importancia, la importancia la tenía EL MOMENTO.


Me  dijeron que íbamos entrar juntos cuando yo les dije que se merecían entrar antes que yo, pero como cada uno se merece su momento de gloria, me separé ligeramente de ellos, para que hicieran su entrada como equipo y unos segundos más tarde yo, acompañado de mi hijo Carlos.

La entrada la recuerdo un poco fría, ya que eran las 2:30 de la madrugada y la mayoría de los mortales estaban en sus camas (que envidia) y en las inmediaciones de la llegada sólo quedaban algunos familiares de los participantes que quedaban por llegar, pero la simple presencia de MI FAMILIA a mi me pareció una gran multitud, ESTABAN LOS QUE TENÍAN QUE ESTAR.



Gracias compañeros de viaje, se que sin que sin vosotros no lo habría conseguido o habría tardado varias horas más, ya que no habría sido capaz de correr en ningún momento sin vuestra compañía, gracias Miguel por tu bastón y tus palabras, gracias Tomás por tus canciones y tu humor, gracias Javi por tu compañía y gracias Guille por compartir mi sufrimiento que también fue el tuyo. 
Yo corría con camiseta verde, pero en los últimos 37 kilómetros se tiñó de azul y amarillo, y encima para rematar, quedáis terceros por equipos, fabuloso compañeros.


Y especialmente Gracias Carol, Gracias Carlos y Gracias Fernando, sin vosotros tampoco hubiera sido posible esto, el poder veros en casi todos controles me daba fuerzas para continuar hasta el siguiente tramo, además sentiros orgullosos ya que también participasteis y completasteis estos duros 102 kilómetros.







Enlace con las clasificaciones y fotos oficiales:

http://www.madrid-segovia.com/index.php/es/madrid-segovia-es/documentos/2013


ÚLTIMO CAPÍTULO, ESCALADA  AL POLIDEPORTIVO Y REGRESO A CASA
TRAMO SEGOVIA-MARCHAMALO


La cuesta de camino al polideportivo era muy injusta y fui agarrado al brazo de mi mujer, como si de un abuelito se tratara y en donde me encontré con los velociraptores que me fotografié en la salida, me alegró el ver a gente conocida allí.

Al ducharme no daba crédito a lo que estaba viendo y sintiendo, increíble, ninguna ampolla, ninguna rozadura, ninguna uña negra o perdida, terminar esta carrera con el mismo número de uñas con la que la empezaste no es normal, y eso no significa tampoco que fueran 10 con las que comence la carrera.

Una grata sorpresa me llevaría en entrar al coche ya que me estaba esperando una sabrosa pizza (me encanta) y a la cual  tras comerme una porción, la aparté de mi vista ya que hambre era lo que menos tenía, además no sabía de qué manera ponerme en el coche, si hablar, si callarme, si dormirme, probé en el asiento central, luego en el derecho y nada. Era una sensación agobiante todo el día en mitad de la naturaleza y ahora enjaulado dentro del coche, la sensación de agobio se apoderó de mí.   

Caí redondo a la cama sobre las 6:00 de la madrugada, con un tremendo cansancio y con la sensación de como si hubiera corrido algo más de 102.000 metros, no se si sería un sueño o un delirio, pero yo en el fondo sabía que había sido real y mis piernas lo podían corroborar…, apagar con cuidado el ordenador y no hagáis ruido para no despertarme...

Os pide disculpas a los que hayáis leído la crónica entera, por robaros tanto tiempo, pero creí que la ocasión lo merecía..., una carrera como esa, merecía una crónica como esta.

P.D.: Por si a alguien no le ha quedado claro después de leer esta crónica…, el año  que viene REPITO.