ATRAPADO EN "LA SECTA": UNA MALA EXPERIENCIA

"...cualquier parecido con la realidad, es sólo fruto de su imaginación..."

Cuando una persona, entra con gran ilusión, en un grupo, colectivo, asociación, congregación, etc..., nunca se imagina, "a priori", que realmente ha pasado a formar parte de una especie de SECTA. Piensa que la pertenencia a este supuesto colectivo, le aportará beneficios, alegría, paz, tranquilidad, diversión, complicidad, pues supuestamente comparten ideales, gustos, aficiones y metas. Pero aludiendo al refranero español, se podría decir: "que no es oro todo lo que reluce" y "que en todas partes cuecen habas"...

La estructura de una secta en toda regla, es siempre la misma: hay un líder, predicador, orador o un simple charlatan, al que todo el mundo respeta, venera, adora, sigue, incluso temen. 

Y alrededor de esta venerable figura, también existe una cúpula, un séquito, unos apóstoles o camarlengos, que apoyan y defienden al predicador, en todo lo que dice y hace.

Les da igual que este bien o mal, ellos le defenderán a muerte. Además si te ves envuelto en un debate/discusión con el predicador, tarde o temprano aparecerá este séquito, para mostrarle su apoyo y atacarte a ti. 

Todo en la secta es perfecto, funciona bien y no hay ningún problema, mientras que siempre pienses, opines y sigas las directrices del predicador. 

Hasta que un día te planteas decir: que no estas de acuerdo en algo, que algo no es como te están intentando hacer creer, o simplemente le lleves la contraria al predicador. Entonces descargará su ira contra ti, te tachará de persona no grata y te intentará hacer la vida imposible en todos los sentidos, te hará en vacío en otras ocasiones, también aparecerás atacado sutilmente dentro en sus sermones, incluso te dará puñaladas traperas por la espaldas, planeadas con premeditación y alevosía, durante mucho tiempo. El predicador nunca puede mostrar debilidad, o más miembros sectarios también podrían revelarse contra él.

Tras unos años de falsa calma...

...aunque ya tuve que parar los pies al predicador en alguna ocasión, al intentar pisarme; yo que soy un inconformista, hostil, desobediente, provocador, rebelde y no me gustan las normas, deberes y obligaciones, sólo era cuestión de tiempo, que saltara una "chispa" y chocara, con este charlatán y todo su séquito, haciéndoles ver, que yo NO pensaba pasar por el aro. Su secta ya NO tiene cabida en mi vida "me la pela...". 

Además cuando alguien de la secta piensa como tú, te lo suele decir en privado, ya que si se entera el predicador o el séquito, le harán también la vida imposible al igual que a ti, con un acoso y derribo continuo. Ayudar o pensar como el rebelde e inconformista, tiene sus consecuencias, y ellos lo saben.

Pero lo mejor de todo, es que aunque tiene mucho poder esta cúpula...

...no tiene el poder suficiente como para echarte de "su secta", que no es suya, pero ellos se creen que son los dueños por derecho de la misma, te harán la vida imposible para que tu te marches. Pero como tu sabes, que ellos pretenden que te marches, tu para tocarles los "cojones", más aposta aguantas allí, porque aunque seas repudiado por unos pocos, el resto de tus "compañeros sectarios", están de tu parte, son tus amigos, aunque a la vez no pueden dar la cara por ti, por las consecuencias que les puedan acarrear.

Todo hasta que llega un día, en que reflexionas y piensas, que el pertenecer a esta secta, ya no te aporta nada positivo y entonces por ti mismo y no por el acoso de esta cúpula, decides dar el paso y marcharte, pero eso SÍ: "por la puerta grande, con la cabeza bien alta y con todas obligaciones con la secta saldadas". Entonces te sientes liberado, con ilusión y con nuevos proyectos y objetivos. 

Otros y otras que antes y por el mismo acoso y derribo se han tenido que marchar de dicha secta, te felicitan y se alegran por ello. Y otros y otras que aun siguen dentro, también te felicitan por ello, aunque estos últimos no pueden marcharse como tú, ya que para ellos, esta secta es como su familia.

Nunca dejes que te pisen, que nunca te obliguen hacer algo que no quieres, nunca pertenezcas a un colectivo en el que no se te valore ni respete, que nunca nadie ponga palabras en tu boca, que tu no has dicho o escrito. Bastante complicada es ya la vida, como para complicarnos más nosotros mismos.