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miércoles, 23 de enero de 2019

19-01-19 VALDEAVERO: SIEMPRE FIELES A LA SUBIDA DEL CABEZAGORDA, PADRE E HIJO

Por cuarto año consecutivo ya, participamos de esta singular, sencilla y benéfica carrera popular, con motivo de la festividad de San Sebastian, en la que siempre nos han tratado tan bien.

Es un orgullo y un privilegio acompañar a mi hijo, mientras el compite a su manera. Cada año es lo mismo (subir y bajar "El Monte Cabezagorda"), pero cada año también son diferentes las circunstancias. Este año mi hijo Carlos, le tocaría correr la distancia total, pero participando dentro de la categoría de 11 a 15 años, en la que tendrían premiación independiente del resto de corredores. La mañana era la más fría, de nuestras cuatro participaciones, vendríamos sólos, sin acompañarnos ni mi hija, ni ningún otro familiar y las migas no fueron ni en la carpa ni en la plaza, sino que fueron en la casa de la cultura.

Carlos estaba muy motivado, aunque sin saber el porqué, sufrió mucho más de lo esperado en una lenta y agónica carrera, algo esta incubando..., lo que SÍ sería igual que todos los años, fueron las fotos con el Cabezagorda a nuestras espaldas y el buen trato al realizar nuestra inscripción. 



Tras realizar nuestra inscripción, cambiarnos y calentar nos situamos en la línea de salida, donde Carlos es conocido por varios niños, que comienzan hablar con él, hay que tener amigos en todos los lados.

Se da la salida con un cohete, y Carlos y el resto de niños "medianos" salen a toda pastilla, mientras que yo me quedo atrapado entre los más pequeñajos y los andarines, no quería arrollar a nadie y fui poco a poco adelantando, hasta llegar a la altura de mi hijo Carlos.

Entonces comencé a tirar de él, al ritmo que el mismo me dijo, mientras calentábamos 4:40-5:00, pero Carlos no podía con su alma, algo le ocurría, con lo que al final subimos entre 5:30 y 6:00.

Coronamos el Cabezagorda sobre el Km 2 de carrera, sellamos el dorsal y nos intentamos tirar "a tumba abierta", como en ediciones anteriores, pero además Kevin, un niño local de la categoría de Carlos, nos pisaba los talones.

Si la subida fue agónica, la bajada lo sería aún más, le costaba correr, iba forzado de respiración, cansado descordinado, le intenté motivar lo máximo posible, pero cuando uno  no tiene el día o ha pinchado, no hay nada que hacer y sólo era cuestión de tiempo que Kevin nos adelantara, haciéndolo sobre el Km 2,5.

Teníamos un kilómetro y medio para intentar ganarle de nuevo la posición, pero hoy mi hijo era un desconocido para mí, en la forma torpe que tenía de correr, no le reconocía, no tuvo fuerzas ni motivación para intentar recupera su posición, pero lo peor de todo, que el tercero de la categoría se nos estaba acercando lentamente, comiéndonos poco a poco terreno. 

Carlos reaccionó un poco ante esto, pero fue un espejismo ya que Carlos hoy, tenía un día esos tonto que todos hemos tenido alguna vez (yo le tendría mañana en Alovera...). Y para más Inri, tenía flato y le dolía la tripa.

Cruzó la meta como un cadáver, me dio mucho coraje el ver sufrir de aquella manera a mi hijo, casi sin poder disfrutar de su merecida y luchada SEGUNDA posición de su categoría. Se quedó allí agachado durante varios minutos intentando recuperar el aliento. Cuando ya mas o menos se recupero, nos fuimos hacia el coche, charlamos y nos cambiarnos de ropa. 

Posteriormente y haciendo tiempo para la entrega de trofeos, dimos un paseo por los alrededores de la localidad...


...para terminar tomando algo calentito en un bar, hasta la hora de los trofeos. Allí nos enteramos que las migas este año serían en la casa de la cultura.

A falta de 15 minutos para la entrega de trofeos, salimos a la Plaza de la Constitución y nos sorprendió que aquello estaba desierto, por lo cual nos dirigimos a la casa de la cultura, suponiendo que los trofeos los darían allí. Nuestra sorpresa fue que al entrar allí y a pesar de no ser todavía la hora, ya había finalizado la entrega de los mismos y se estaban realizando la foto con todos los ganadores, el corazón nos pegó un vuelco a los dos.

Le comento lo ocurrido a la organización y Carlos recibió su trofeo.


Hablé con los otros dos premiados de la categoría de mi hijo y accedieron sin problemas a realizar unas fotos con el podium completo.



Después de esto nos comento la organización, que tras finalizar la carrera informaron del cambio de horarios y ubicación de la entrega de trofeos, pero nosotros no nos enteramos de ello con el mal rato que pasó Carlos al llegar a meta.

Una vez ya más calmados y tras una breve espera, disfrutamos de las migas que tan amablemente nos ofrecieron como en ediciones anteriores y que nos la comimos al cobijo de la casa de la cultura pues, por entonces había comenzado a llover.




Carreras como estas merecen la pena.

Hoy las cosas no salieron como tenían que salir, yo me confundí de zapatillas, Carlos no tuvo el día, llegamos tarde a los trofeos y para rematar me tuve que ir después de todo esto currar ... Pero analizando fríamente la mañana, en conjunto no fue tan mala como pudiera parecer.

Vídeo resumen de la prueba:
https://m.youtube.com/watch?v=yVgLERS-aA4&feature=youtu.be


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