En una increíble y soleada mañana, nos fuimos hasta Daganzo para disfrutar y sufrir de su circuito rompepiernas a dos vueltas.
Me fui con Jose...
...aunque sabíamos que también estaría Nikol...
...además de amigos y conocidos, como Juanjo.
Las previsiones para hoy no son buenas y tengo claro que no logre tan siquiera ni ser SUB 45, pero bueno, hay que salir al ruedo, para poder torear...
La estela de mi compañero Jose, hacía tiempo que la había perdido, pero la primera cuesta de la segunda vuelta, la hizo ya imposible de recuperar.
Voy en tierra de nadie, ya que muchos de los participantes han corrido el 5K, sólo a una vuelta. Mi cabeza da vueltas y me pregunta que cómo puedo hoy estar aquí compitiendo más lento que cuando entrenaba hace años...
En un arrebato de fuerza sobre el Km 8, me encuentro bien y subo todo lo que puedo el ritmo, arañando unos segundos al crono, que no son suficientes para lograr un SUB 47, el reloj corría en mi contra.
Sin sufrimiento no hay gloria.
