Independientemente del tiempo, ritmo o posición en la que terminé el 5.000 de Marchamalo, lo peor de todo fueron las sensaciones y también el dolor...
Esa sensación de querer y no poder.
Esa sensación de notar como te vas apagando y hundiendo y que sólo te deja ver como te adelanta la gente a "to trapo"como si fueras un viejo Barreiros subiendo un puerto de montaña...
Esa sensación de agotamiento en la competición al no poder entrenar.
Esa sensación de dolor que se produce cuando se realiza un entreno de calidad a causa de mi fascitis.
Esa sensación de impotencia que se produce después de un duro entreno y que te obliga a parar dos o tres días para poder volver a entrenar sin dolor.
Toda esta mezcla de sensaciones, el dolor padecido y sufrido en mi talón durante todas la fiestas de Marchamalo y el ser cada día más consciente de que mi lesión es REAL, me han hecho reflexionar y tomar una de las decisiones más duras que puede tomar un amante del Running como soy yo: PARAR, sí PARAR 2 ó 3 meses y recuperarme del todo para así después poder disfrutar del Running como lo hacía antes (TENGO GRANDES RETOS PARA FINALES DE ESTE VERANO Y OTOÑO Y ESPERO LLEGAR BIEN RECUPERADO A ELLOS).
Muchos eventos se quedán atrás, Tonda, Romancos, Maux, Cabanillas, Ocejon, Villanueva (otro año que me quedo sin mi sandía...) y alguna más que se quedará en el tintero o en el quiero y no puedo, ni tampoco debo.
Eso sí, acompañaré al pequeño escudero Carlos (mi pequeño Hostil) allá a donde quiera participar y disfrutar de una carrera y ahora más que nunca sus triunfos e ilusiones serán mi serán mi energía y alegría en mi necesaria parada en busca de mi recuperación.
Si todo va bien a finales de verano espero estar presente en numerosas líneas de salida, para evitar que la HOSTILIDAD nunca muera ni se olvide.
Ánimo amigo Peñu, verás como en cuatro días estás otra vez recuperado.
ResponderEliminarPadawan.